lunes, 28 de noviembre de 2011

RESUMEN-MODULO N°3 / GRUPO N°2

UNIVERSIDAD DE PANAMA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
ESCUELA DE DOCENCIA MEDIA DIVERSIFICADA
PROGRAMA DE EDUCACIÓN DUAL, FLEXIBLE Y A DISTANCIA


ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACION DE CENTROS EDUCATIVOS


RESUMEN - MODULO N°3
                                                       Cuando el director es Lesseferista
                                                       Cuando el director es Autocrático
                                                       Cuando el director es Democrático


 Grupo 2
  Estudiantes:
Einar Beitía
Maribel Cedeño
Ruth Hooker
Rita Pérez
Dunia Velásquez


Profesora:
  Magíster Luisa de Rojas



Martes, 28 de noviembre de 2011




I- CUANDO EL DIRECTOR ES LESSEFERISTA

El director de un centro educativo debe reunir un sinfín de virtudes. Por supuesto, que la del liderazgo es indispensable. Creo que un director de centro tiene que ser, ante todo, un líder. Un líder por múltiples motivos: para saber ganarse el respeto de su gente, para saber tener de mano a los que le apoyan y a los “otros”, para saber dialogar, etcétera.

Pero considero que es fundamental para ser un director de centro mostrar una gran credibilidad ante el grupo de profesionales que le acompañan a diario y ante el resto de la comunidad educativa. El director tiene que presentar un proyecto de trabajo creíble y realizable, pero lo primero que tiene que percibir la comunidad educativa es que quien lo presenta es el primero que cree en él. Eso le servirá de ahí en adelante para que todos sus proyectos y hacer diario tengan credibilidad ante el claustro, ante los alumnos, ante los padres y ante las instituciones. Tiene que transmitir, además, que su equipo también cree en el proyecto y que lo conoce y lo avala.
Actualmente, existe una clara tendencia a considerar la escuela como el nivel de acción privilegiada para mejorar la calidad de la educación. En esta nueva visión de dinámica pedagógica el director ocupa un lugar de suma importancia para la creación de una verdadera comunidad de enseñanza, ya que éste interviene de una manera decisiva en los procesos institucionales y debe ser guía de los procesos pedagógicos.
Tomando en cuenta que el director de un centro debe ser ante todo, un líder veamos que es un líder lesseferista.
El adjetivo “lesseferista” proviene de la voz francesa “laissez-faire” (dejar hacer). Laissez-faire o liberal se traduce o se entiende como “deje hacer”.
El clima laissez-faire o liberal, se caracteriza por un líder que adopta un papel pasivo, abandona el poder en manos del grupo, en ningún momento juzga ni evalúa las aportaciones de los demás miembros del grupo, quienes gozan de total libertad, y cuentan con el apoyo del líder sólo si se lo solicitan. Aquí el líder es una persona muy insegura, tiene recelo de asumir responsabilidades. Cada quien hace lo que quiere, sin ninguna instrucción y como bien se entiende. Es propio de un liderazgo principiante.


Se caracteriza por:

Muestra debilidad ante el equipo.
  • Crea anarquía.
  • Actúa al mínimo para no incomodar al grupo.
  • No cuestiona, no reflexiona.
  • Se manifiesta sin autoridad.
  • No ayuda a superar dificultades.
  • Es bonachón y tolerante.

Las consecuencias son:
  • Desorganización en el grupo.
  • No hay división del trabajo.
  • Duplicidad de funciones.
  • Reina la confusión.
  • El grupo se desintegra.

Características de líderes que aplican este estilo:
  • Prefieren normas claras
  • Se mantienen en el fondo
  • Tienden a no tomar lados (neutro)
  • Influyen poco en el logro de objetivos
  • Influyen poco al clima laboral

Resumen del Estilo de Liderazgo Lesseferista
 
 
Características de Liderazgo Laissez-faire (Lesseferista)

Enfoque principal                                                               Ninguno
Implicación personal                                                          Neutro, en el fondo
Influencia al logro de objetivos                                          Poca
Influencia al clima laboral                                                  Poca

La gestión educativa para garantizar la calidad de la enseñanza en la escuela y en el aula, está vinculada a la organización y administración de los recursos humanos, materiales y organizacionales que intervienen en el proceso pedagógico y la clave es una buena interacción entre estos recursos, es decir, una programación, monitoreo o seguimiento, supervisión, asistencia técnica y evaluación de los procesos tanto pedagógicos como institucionales.
La función de dirigir una institución es una de las responsabilidades más grandes que se le puede encomendar a un profesional. Esta función se debe ejercer con características de liderazgo social y profesional.
El quehacer del director se puede englobar en tres grandes funciones: administrar, organizar y supervisar, las cuales son altamente demandantes en tiempo y en múltiples actividades, es por lo que se debe administrar adecuadamente el tiempo, aprender a delegar y a descentralizar para ser más eficiente.
Tomando en cuenta todo lo anteriormente expuesto un Director “lesseferista” sería un director que inevitablemente llevaría el centro educativo hacia el fracaso. El Director lesseferista es un líder permisivo, conocido porque "deja hacer". Este director se destaca porque deja hacer y cualquier miembro del equipo puede decidir, lo cual se convierte en un gran peligro para la vida del centro educativo, pues las decisiones vienen de un lado o de otro, sin saber quién tiene la forma correcta o más indicada de proceder y, ordinariamente, se pierde el sentido de la visión y de la misión de la institución.

Sin embargo, no podemos afirmar que el ser un líder lesseferista sea totalmente perjudicial. El líder lesseferista ejerce poco control sobre los miembros del equipo. Esto inspira libertad de acción y creatividad, pero a veces genera poca motivación y deja el grupo a la deriva. ¿Cuándo es bueno? Cuando el equipo es maduro, responsable y está altamente motivado, o cuando tiene habilidades y talentos muy altos.

El director del centro educativo, como líder de la organización, le corresponde el importante rol de “guiar y controlar” los procesos evaluativos que se siguen en la institución y como hemos expuesto anteriormente esta es una actitud totalmente contraria en el líder lesseferista. Las múltiples funciones le exigen al director ser un líder facilitador de la excelencia en su centro educativo.
 
Podemos comparar al líder lesseferista con un líder apático.
 
Dirección apática
Un dirigente apático es aquel que deja que la gente marque su propio rumbo, no prepara las cosas concienzudamente, deja que ellas sigan la corriente, generalmente es impuntual y falla al dar un cita.

                                                              
 
Piensa frecuentemente que es muy democrático porque no impone su voluntad a los otros, pero al dirigente apático no le interesa mayormente imponer su voluntad. El lleva la indulgencia al extremo y la confunde a menudo con libertad democrática. Es que no tiene, frecuentemente, el valor suficiente para establecer límites.
La dirección apática es la que produce menos resultados, pero si se prolonga, entonces el grupo busca su propio desarrollo como medio de evitar la indiferencia.
Desafortunadamente este desarrollo se repite entre los miembros del grupo y antes de mucho tiempo se producen luchas internas para obtener la dirección no oficial del grupo, lo que lo desvía del objetivo perseguido.
 
 
II- CUANDO EL DIRECTOR ES AUTOCRÁTICO

En Estados Unidos de Norteamérica han realizado estudios analíticos de grupos que actuaron bajo los distintos tipos de dirección mencionados más arriba.  Bajo la dirección democrática, en la que el director ayuda al grupo a organizarse y a tomar sus propias decisiones, se produjeron indudablemente los mejores resultados en las realizaciones, en la cooperación entre los miembros del grupo y en la productividad personal.
Las agrupaciones que se hallaron bajo una dirección autoritaria en la cual el director mantuvo un control rígido, produjeron en menor escala y tropezaron con gran cantidad de rozamientos y frustraciones. Las agrupaciones que obtuvieron un puntaje más bajo en todos los cálculos, fuero aquellas que se hallaban bajo una dirección apática.
           
 
Dirección autocrática
 
El director es autocrático es el que toma todas las decisiones iniciales concernientes  a los principales aspectos de la actividad educativa. En sus directivas explica siempre cómo desea que se las cumpla y él mismo se encarga de evaluar, unilateralmente, la forma en que han ejecutadas. Quizá emplee para alcanzar dichos objetivos (moderadamente tiránicos) modales cordiales y benévolos, pero las consecuencias son las mismas. El buen pasar de los profesores depende casi por entero de que agraden o no al "patrón".
El jefe impone las normas y sus criterios, sin consultar con sus subordinados. Es el jefe quien diseña, planifica y asigna el trabajo. El grado de autoridad es muy elevado y suele generar ambientes de trabajo tensos.
 El director es autocrático es el que toma todas las decisiones iniciales concernientes a los principales aspectos de la actividad educativa. En sus directivas explica siempre cómo desea que se las cumpla y él mismo se encarga de evaluar, unilateralmente, la forma en que han ejecutadas. Quizá emplee para alcanzar dichos objetivos (moderadamente tiránicos) modales cordiales y benévolos, pero las consecuencias son las mismas. El buen pasar de los profesores depende casi por entero de que agraden o no al "patrón".
El jefe impone las normas y sus criterios, sin consultar con sus subordinados. Es el jefe quien diseña, planifica y asigna el trabajo. El grado de autoridad es muy elevado y suele generar ambientes de trabajo tensos.


El efecto de un liderazgo de este tipo sobre los docentes es evidente. Atentos a todos los deseos del director, rivalizan entre sí para lograr sus favores. La competencia por llegar a formar parte del anhelado "círculo íntimo" se hace feroz y con frecuencia los menos afortunados acusan a los favorecidos por la suerte de aduladores y serviles. Se despierta agresión mutua entre ellos, estableciéndose a menudo una especie de "jerarquía" de gallinero (expresión desde el punto de vista sociológico que se usa para designar aquellos tipos de organización social en que el status de un individuo está determinado por una agresiva conciencia de su rol, posición económica, etc.), donde los profesores noveles asumen el rol de no privilegiados que todavía deben ganar su lugar en la escuela. Por supuesto, todo este proceso ocurre en forma subrepticia. Si se los acusara por tal conducta, los profesores no sólo rechazarían indignados el cargo sino que lo considerarían honestamente infundado.
Las bases fundamentales son:
  • La toma de decisión se centra en su propia voluntad para ponerla en marcha.
  • Tienden a ser dogmáticos.
  • Asumen que los subordinados deben acatar sus ordenes.
  • Tienden a orientarse hacia las tareas
 
Muy frecuentemente el dirigente autocrático es afable y extremadamente eficiente. Puede interesarse por la participación de los miembros del grupo, sostener discusiones y a menudo dejar que la gente discuta mucho. Acepta la responsabilidad de iniciar las cosas, continuarlas y concluirlas. El dirigente, en este caso, acepta la total responsabilidad del conjunto.
Si establecemos las características de este tipo en forma extrema, se pueden ver claramente sus peligros. Sin embargo, la mayoría de los dirigentes eficientes tienen tendencia a las actitudes autocráticas. Por último, entonces, el dirigente autocrático planea con antelación, demasiado concienzudamente, porque no está capacitado para ayudar al grupo a alcanzar la meta que él desea y comienza a manejar los hechos para hacerlos realidad. Le agrada que le llamen "el jefe". Generalmente le interesan los asuntos con un fondo deductivo más bien que aquellos que implican una necesidad real para la gente. Usa una agresión abierta o velada como arma principal en su esfuerzo para establecer la disciplina y eficacia. Se toma a sí mismo muy seriamente y es sensible a la crítica. El dice "yo manejo el garrote". Esto significa que es generalmente una persona insegura, más bien alejada de la gente, que puede hallar compensación por su falta de compañerismo real manejando a la gente y reforzando su yo por medio de una fría demostración de fuerza y eficiencia.

 
III-  Cuando el Director es Democrático
Un director democrático debe reunir una serie de características, para poder realizar un trabajo adecuado y acorde con la proyección deseada en la institución que dirige. La lista de valores que adornar a un director democrático puede ser muy larga, pero si partiendo de la base que una institución educativa son estrategias y personas, la cualidad más importantes es la relación que se tiene con los empleados, relacionarse positivamente con los colaboradores (educadores, personal administrativo y estudiante) es una buena estrategia para sacar lo mejor de los que trabajan en la institución, por lo tanto debemos tomar en cuenta que la orden gratuita y el miedo son la peor arma.
Entender a la gente, ponerse en su lugar, ayudarles a buscar soluciones y exigirles la puesta en marcha de soluciones, son la mejor manera de relacionarse con los trabajadores. Hay que ayudar y exigir, pero no exigir sin ayudar.
El directivo que piensa que la culpa de todo lo que pasa es sólo de los demás, y no tiene identificado los motivos por los que las cosas no pasan como él desearía, es que seguramente no está haciendo bien su trabajo.

Otras de las cualidades que tiene un director democrático son:

Liderazgo. Tiene la capacidad de hacer que la gente realice y mejore los trabajos asignados, en la dirección que desea, con entusiasmo y alegría.
Metódico. Un directivo tiene la capacidad de gestionar mucha información y tenerla completamente controlada. Para obtener la información vital para la institución, se deben establecer sistemas y alimentarlos. Para poder convertir la información en gestión se debe ser metódico en el análisis de la misma.

Concreto. Sabe dar órdenes, pero órdenes que se puedan cumplir. Es muy fácil confundir las órdenes con los deseos. Muchos directivos expresan deseos, pero detrás de un deseo debe haber un plan de acción y unos medios. Las personas tienen el derecho de estar bien mandados y la obligación de cumplir con lo que se les pide, siempre que sea una orden bien dada.

Evidentemente valores como la honradez, la franqueza, etc., son absolutamente necesarios para la relación humana, estos se dan por supuesto.

El directivo democrático proporciona un buen ambiente de trabajo, esta es una tarea importante. Conoce todos los problemas que puedan afectar a sus colaboradores y ayudarles en TODO. Todos son importantes en el contexto educativo.

El educador y/o trabajador está contento al ver que el directivo se interesa por sus problemas particulares, lo agradece y trabaja más a gusto. Si no existe un buen trato, la retribución, por buena que sea, es una retribución coja.


Otra característica muy importante que hace a un director democrático es:

Sabe interpretar la realidad y traducirla a acciones concretas de la institución. La realidad es compleja, desordenada y contradictoria. Toda esta información se debe saber recoger y ordenar. Interpretar lo que está diciendo para poder aprovechar las oportunidades y evitar las amenazas.
Esto implica dedicar una buena parte del tiempo a pensar en el origen de los problemas, pero sobretodo en el futuro, mucho más que al presente.
El directivo que no dedica tiempo a pensar en el futuro, no es un buen directivo. El que solo soluciona problemas del día a día, no es un buen directivo.
El dirigente democrático acepta como básico el concepto de que la  dirección es la función de la totalidad de los miembros de la agrupación y no de un solo individuo. Ve a la agrupación como una sola unidad, como un organismo, como una variedad de funciones, y las responsabilidades del dirigente son las de compartir sus tareas con todos los miembros del grupo, de acuerdo con sus habilidades o dotes personales. En otras palabras: la dirección se centraliza en el grupo más bien que en el dirigente. Esto no significa que no deberá designarse un presidente o vicepresidente. Especialmente en las primeras etapas de la vida de una agrupación, una persona o un pequeño grupo de personas deberá tomar la iniciativa de ayudar al resto de la agrupación a definir sus objetivos, a estructurarse y a establecer una serie eficaz de reglas generales para su propia organización.
               
 
Un dirigente democrático se interesa en el desarrollo del grupo y de cada miembro en particular, más bien que en su propio estado legal y autoridad. Tal actitud transforma el "clima" del grupo haciéndolo menos propenso a la hostilidad, al formalismo y a la crítica. Porque el dirigente democrático se considera un compañero de los demás en el aprendizaje y porque siente un profundo respeto por el valor personal y la integridad de cada miembro del grupo. El clima resultante acaba por ser mucho más interesante por la simpatía y la libertad existente, que aquel donde opera un dirigente autoritario. Cada miembro del grupo se concentra menos en sí mismo y se vuelve más consciente de los intereses de los demás.
El dirigente democrático se identifica con las necesidades del grupo de modo que cada miembro del mismo será estimulado y tendrá la oportunidad de prosperar y superarse.  Los tímidos y retraídos serán incitados a tomar parte y se los entusiasmará para que acepten responsabilidades, se planearán programas para incluir, no sólo a un grupo selecto, sino a todos aquellos que puedan resultar útiles.
El dirigente democrático se interesa en las necesidades de los otros, pero también reconoce sus propias necesidades y por eso dejará gustoso que otros le ayuden. El nunca se ubica en los extremos. Cuando un dirigente deja de mala gana que otros le ayuden se ponen de manifiesto sutiles actitudes autoritarias.
El dirigente democrático ayudará al grupo a organizarse. Le ayudará a definir sus objetivos, lo cual no significa que dejará simplemente que el mismo tome su propio rumbo, porque un ejecutivo eficiente posee firmes convicciones.
Por supuesto que influirá en las decisiones a tomar, pero no las impondrá autoritariamente al grupo.  La tolerancia es una de sus características. En su capacidad representativa él ayudará al grupo a mantenerse dentro de los límites establecidos.
Un dirigente democrático ayudará al grupo a descubrir los recursos que se encuentran dentro de los integrantes del mismo y a utilizarlos siempre que sea posible.  A veces se necesita ayuda exterior para poder progresar. Los especialistas pueden, frecuentemente, ofrecer la información exacta y la instrucción necesaria. Pero los especialistas exteriores deben ser ayudados a comprender las funciones del grupo democráticamente y no deben esperar a que se les entregue la completa dirección del grupo ni contrariarse por las diferencias de opinión.
Un dirigente democrático no necesita estar a la cabeza del grupo siempre. Puede apartarse del mismo sin que este se desmembre. Es lo suficientemente perspicaz como para formar ejecutivos dentro del grupo que dirige, de modo que si tiene que alejarse el conjunto no se desmembrará.

martes, 22 de noviembre de 2011

UNIVERSIDAD DE PANAMÁ
Facultad de Ciencias de la Educación
Escuela de Docencia Media Diversificada
Org. Y Admon.de Centros Educativos.
(ADS-546
II SEMESTRE 2011

Profesora: Mgter, Luisa Díaz M.


Investigación individual:

Lilia Gutiérrez de Jiménez:
8-257-1755


Modulo No.3

ADMINISTRCION Y ORGANIZACIÓN
DESCUBRIENDO Y RESOLVIENDO PROBLEMAS
CONFLICTOS ADMINISTRATIVOS

¿CUÁLES SON LOS PROBLEMAS?

19-11-11



Desarrollo:
Todos aquellos que de alguna u otra manera realizamos una gestión administrativa, quizás hemos tenido que hacer frente a una serie de inconformidades o reclamos formales, por parte de funcionarios, bien sea orientados a suprimir eventuales sanciones disciplinarias u objetando actos administrativos de muy diferente índole. Esto, quizás, ha obligado literalmente a investigaciones complejas a la búsqueda de soluciones expeditas con el fin de no perjudicar los derechos de éstos, de la Administración o de terceras personas y sobre todo, para no perjudicar la buena marcha de los servicios, máxime si se relacionan con una actividad directa con usuarios del sistema. Estos procesos de investigación o el encontrar soluciones ágiles, muchas veces por cuestiones banales, no son sencillos de realizar. Conllevan actos administrativos formales como agotamiento de la vía administrativa, recursos de revocatoria, recursos de apelación, intervención de Comisiones de Relaciones Laborales, intervenciones sindicales y un buen porcentaje de casos culminan los reclamos ante la Sala Cuarta Constitucional y los Tribunales de Justicia.
La medicación como Vía Alterna de Solución de Conflictos, constituye un método orientado a poner fin a intereses en conflicto con el propósito final de encontrar un acuerdo satisfactorio, o al menos aceptable, para las partes que a ésta acuden. No se trata de una figura nueva que digamos, pues incluso en la Biblia se afirma la conveniencia de que los conflictos sean resuelto por personas ajenas al los tribunales (1Cor 6:1-4).
Puede darse el problema administrativo, como consecuencia de la funcionalidad interna de la organización, que involucra desde el liderazgo, autoridad, funciones, desempeño, tecnología
Definitivamente, que un problema administrativo común, consiste, en cambios que se puedan generar dentro de una organización y de los cuales la gerencia moderna no pueda separarse de los mismo, dado que muchas veces, si a estos no se le da la atención debida, puede originar grandes conflictos dentro de una organización. Los problemas que pueden generar conflictos dentro de una organización son:
1. Cambios tecnológicos
2. Reducción de tamaño
3. Cargos con funciones, desempeños mal definidos
4. Despido
5. Fusiones
6. Modificaciones
7. Falta de comunicación, etc.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Aporte del Grup 5 Tema 3

Respetada Profesora Luisa adjundo enviamos el aporte del Grupo Nª5 del Módulo 3





Grupo Nº5
Tema del Módulo Nº 3
DESCUBRIENDO Y RESOLVIENDO PROBLEMAS/CONFLICTOS ADMINISTRATIVOS/LA MALA EDUCACION EN LAS INSTITUCIONES, LÍDERES DE PAPEL Y EMPLEADO PROBLEMA
Integrantes:
Grace de la Cruz 8-731-1014
Adán Menacho 8-312-971
Betsy Munoz 8-776-2317
Charityn Romelis 1-705-1514
Yadira Rovira 4-710-775
Profesora:
Luisa Diaz
Ciudad Universitaria “Octavio Méndez Pereira”
Panamá, República de Panamá

INTRODUCCION
En este apartado abordaremos las acciones que originan conflictos como la mala educación en las instituciones, líderes de papel y empleado problema. En otros términos conductas que generan problemas en las instituciones educativas y las posibles soluciones que se le presentan a los directivos para si bien no erradicarlas totalmente, atemperar estas acciones para que no afecten la educación.

MALA EDUCACION EN LA INSTITUCIONES


Frecuentemente se suele confundir instrucción con educación. La pérdida de valores de la que tanto se habla últimamente tiene mucho que ver con las consecuencias de esta confusión en el sistema educativo.

No se trata únicamente de que todos los muchachos vayan a la escuela; o de que los colegios sean bonitos y tengan buena infraestructura. Si los niños no saben nada o casi nada, todo el proceso educativo es una farsa.

La única manera de apreciar si los jóvenes aprenden algo en primaria y secundaria es por medio de exámenes o las pruebas Saber. Y estas mediciones muestran, año tras año, que la mayoría tiene serias deficiencias en comprensión de lectura y matemáticas y que sufre de grandes vacío en el aprendizaje de buena parte de las materias escolares; que se están perdiendo el tiempo y los recursos que gastan en educación. Y como los niños pobres son los que reciben la peor parte, se los está condenando a ser tan pobres como sus padres.

El sistema educativo no atiende bajo las mismas condiciones a los diferentes grupos sociales, por lo que el problema de la mala calidad de la educación es a la vez uno de inequidad.

Si se observan y analizan las diferencias entre zonas urbanas y rurales, entre zonas urbanas e indígenas, entre escuelas privadas y públicas o entre escuelas rurales e indígenas las diferencias son abismales, lo que significa que no se da la misma oportunidad de aprender a todos los alumnos.

“Este es un problema muy grave, porque cuando uno supone que la educación es lo que permite una movilidad social, en este caso no lo está haciendo porque está reproduciendo, por el tipo de condiciones que se ofrecen, la realidad socioeconómica”.
Y sobre todo uno de los problemas mayores es la mal distribución de los fondos del estado que debería de estar destinado para la educación muchas veces son utilizados para otras cosas.

Y los educadores ya no tienen la vocación de enseñar como en años atrás muchos lo hacen simplemente para llevar un sustento a sus hogares y es allí donde vemos que no se preocupan por enseñarles a los estudiantes de la mejor manera posible.

LÍDERES DE PAPEL

Para muchas personas ser un líder es una cuestión de ir primero en una competencia, ser gerente, dirigente, destacar en una actividad, ser jefe ó manejar un proceso. Incluso otros incluyen a estadistas, jefes de partidos políticos, jefes de organismos gremiales, deportistas destacados, etc. Así escuchamos que tal ó cual equipo de fútbol lidera el campeonato, ó que un jugador ha liderado la delantera del mismo. Si aceptásemos que ser un líder es ir primero ó destacarse en algo productivo, ó en su defecto dirigir ó dirigir organización, estaríamos con una abundancia de líderes en nuestro medio. Lo que verdaderamente hace la diferencia en un verdadero líder no es la cantidad de cursos y títulos que posea, su posición jerárquica, sus orígenes ó sus redes de contacto. No es su edad, sexo u ocupación, sino su preocupación por las necesidades de otros, su forma de encarar los desafíos con los cuales se enfrenta todos los días, y a los cuales da una solución factible y lógica. Es su entusiasmo interno en mejorar las cosas existentes, en crear verdaderamente nuevas oportunidades. El líder tiene pasión por una causa, y desea dar algo de entorno para la sociedad. Este obtiene su anhelada recompensa por servir a otras personas, dentro de su área de labor social. Para lograr dar esperanza el líder debe ser capaz de vender una visión exacta y positiva del porvenir, que sirva de puente entre el presente incierto y un futuro esperanzador. Los líderes auténticos son constructores de puentes, no de murallas altas. El liderazgo efectivo es básicamente un diálogo, y no un monólogo. Lo cual implica básicamente en desarrollar una acción cada vez mejor en las habilidades de comunicación efectiva y real, que las técnicas, en donde escuchar es lo básico, y no lo real.

EL EMPLEADO PROBLEMA


Si usted se queja todo el día de su cargo, crítica constantemente, se le dificulta entablar relaciones con otros compañeros, le molesta trabajar en equipo, exige bastante pero solo aporta los necesarios para cumplir las funciones asignadas, es muy conflictivo, no acepta recomendaciones, tiene una actitud se superioridad, no soporta la frustración y se resiste al cambio puede ser un empleado problemas. existen dos tipos de problemáticas la de aptitudes el cual puede tener tres posibles fuentes, falta de capacitación, de experiencia o vocación, y la problemática de actitud las cuales son más complejas y se relacionan con la interioridad de la persona "No quiere Trabajar" y puede surgir por tres posibles razones, nivel motivacional, situación emocional, sus propias intenciones.
Existe una regla sencilla para trabajar con empleados disfuncionales y es llamada la regla de las "Cuatro T's": Transformar, Transferir, Tolerar, Terminar. En ese orden.
Lo primero que busca el directivo es ‘Transformar' a sus colaboradores. Transformamos a personas cuyo problema es de falta de capacitación, de experiencia o motivación. Tiene que ver con "educar", "desarrollar", "potenciar", "compartir retos y logros" y es la actividad propia del líder.
La segunda "T" es Transferir al subordinado a un proyecto o área más acorde con sus capacidades.
Tolerar las conductas disfuncionales a la luz de sus aspectos positivos. Realizar un balance costo-beneficio sobre la actuación de la persona y así aceptarle tal y como es.
Finalmente, si tras un análisis profundo determinamos que no es posible realizar ninguna de las tres "T's" previas, entonces debemos Terminar la relación laboral

INTERNET:
http://www.cnnexpansion.com/opinion/2009/11/20/que-hacer-con-los-empleados-problema
http://www.leonismoargentino.com.ar/INST249.htm

viernes, 18 de noviembre de 2011


                         Tipos de Dirección: Autocrática, Apática y Democrática

Las formas de dirección pueden clasificarse en los siguientes tipos
generales: autocrática, apática y democrática.
En Estados Unidos de Norteamérica han realizado estudios analíticos de
grupos que actuaron bajo los distintos tipos de dirección mencionados más arriba.
Bajo la dirección democrática, en la que el director ayuda al grupo a
organizarse y a tomar sus propias decisiones, se produjeron indudablemente los
mejores resultados en las realizaciones, en la cooperación entre los miembros del
grupo y en la productividad personal.
Las agrupaciones que se hallaron bajo una dirección autoritaria en la cual
el director mantuvo un control rígido, produjeron en menor escala y
tropezaron con gran cantidad de rozamientos y frustraciones. Las agrupaciones
que obtuvieron un puntaje más bajo en todos los cálculos, fuero aquellas que se
hallaban bajo una dirección apática.
            Para nuestro estudio clasificaremos tres tipos de directivos básicos:
  1. Autocráticos
  2. Apáticos
  3. Democráticos

Dirección autocrática
Muy frecuentemente el dirigente autocrático es afable y extremadamente
eficiente. Puede interesarse por la participación de los miembros del grupo,
sostener discusiones y a menudo dejar que la gente discuta mucho. Acepta la
responsabilidad de iniciar las cosas, continuarlas y concluirlas. El dirigente, en
este caso, acepta la total responsabilidad del conjunto.



Director Autocrático

Si establecemos las características de este tipo en forma extrema, se
pueden ver claramente sus peligros. Sin embargo, la mayoría de los dirigentes
eficientes tienen tendencia a las actitudes autocráticas. Por último, entonces, el
dirigente autocrático planea con antelación, demasiado concienzudamente, porque
no está capacitado para ayudar al grupo a alcanzar la meta que él desea y
comienza a manejar los hechos para hacerlos realidad. Le agrada que le llamen
"el jefe". Generalmente le interesan los asuntos con un fondo deductivo más bien
que aquellos que implican una necesidad real para la gente. Usa una agresión
abierta o velada como arma principal en su esfuerzo para establecer la disciplina y
eficacia. Se toma a sí mismo muy seriamente y es sensible a la crítica. El dice "yo
manejo el garrote". Esto significa que es generalmente una persona insegura, más
bien alejada de la gente, que puede hallar compensación por su falta de
compañerismo real manejando a la gente y reforzando su yo por medio de una fría
demostración de fuerza y eficiencia.

Dirección apática

Un dirigente apático es aquel que deja que la gente marque su propio
rumbo, no prepara las cosas concienzudamente, deja que ellas sigan la corriente,
generalmente es impuntual y falla al dar un cita.

                                                               Director Apático

Piensa frecuentemente que es muy democrático porque no impone su
voluntad a los otros, pero al dirigente apático no le interesa mayormente imponer
su voluntad. El lleva la indulgencia al extremo y la confunde a menudo con libertad
democrática. Es que no tiene, frecuentemente, el valor suficiente para establecer
límites.
La dirección apática es la que produce menos resultados, pero si se
prolonga, entonces el grupo busca su propio desarrollo como medio de evitar la
indiferencia.
Desafortunadamente este desarrollo se repite entre los miembros del grupo
y antes de mucho tiempo se producen luchas internas para obtener la dirección no
oficial del grupo, lo que lo desvía del objetivo perseguido.

Dirección democrática

El dirigente democrático acepta como básico el concepto de que la
dirección es la función de la totalidad de los miembros de la agrupación y no de un
solo individuo. Ve a la agrupación como una sola unidad, como un organismo,
como una variedad de funciones, y las responsabilidades del dirigente son las de
compartir sus tareas con todos los miembros del grupo, de acuerdo con sus
habilidades o dotes personales. En otras palabras: la dirección se centraliza en el
grupo más bien que en el dirigente. Esto no significa que no deberá designarse un
presidente o vicepresidente. Especialmente en las primeras etapas de la vida de
una agrupación, una persona o un pequeño grupo de personas deberá tomar la
iniciativa de ayudar al resto de la agrupación a definir sus objetivos, a
estructurarse y a establecer una serie eficaz de reglas generales para su propia
organización.

                                                        Director Democrático

Un dirigente democrático se interesa en el desarrollo del grupo y de cada
miembro en particular, más bien que en su propio estado legal y autoridad. Tal
actitud transforma el "clima" del grupo haciéndolo menos propenso a la hostilidad,
al formalismo y a la crítica. Porque el dirigente democrático se considera un
compañero de los demás en el aprendizaje y porque siente un profundo respeto
por el valor personal y la integridad de cada miembro del grupo. El clima resultante
acaba por ser mucho más interesante por la simpatía y la libertad existente, que
aquel donde opera un dirigente autoritario. Cada miembro del grupo se concentra
menos en sí mismo y se vuelve más consciente de los intereses de los demás.
El dirigente democrático se identifica con las necesidades del grupo de
modo que cada miembro del mismo será estimulado y tendrá la oportunidad de
prosperar y superarse.
Los tímidos y retraídos serán incitados a tomar parte y se los entusiasmará
para que acepten responsabilidades, se planearán programas para incluir, no sólo
a un grupo selecto, sino a todos aquellos que puedan resultar útiles.
El dirigente democrático se interesa en las necesidades de los otros, pero
también reconoce sus propias necesidades y por eso dejará gustoso que otros le
ayuden. El nunca se ubica en los extremos. Cuando un dirigente deja de mala
gana que otros le ayuden se ponen de manifiesto sutiles actitudes autoritarias.
El dirigente democrático ayudará al grupo a organizarse. Le ayudará a
definir sus objetivos, lo cual no significa que dejará simplemente que el mismo
tome su propio rumbo, porque un ejecutivo eficiente posee firmes convicciones.
Por supuesto que influirá en las decisiones a tomar, pero no las impondrá
autoritariamente al grupo.
La tolerancia es una de sus características. En su capacidad representativa
él ayudará al grupo a mantenerse dentro de los límites establecidos.
Un dirigente democrático ayudará al grupo a descubrir los recursos que se
encuentran dentro de los integrantes del mismo y a utilizarlos siempre que sea
posible.
A veces se necesita ayuda exterior para poder progresar. Los especialistas
pueden, frecuentemente, ofrecer la información exacta y la instrucción necesaria.
Pero los especialistas exteriores deben ser ayudados a comprender las funciones
del grupo democráticamente y no deben esperar a que se les entregue la
completa dirección del grupo ni contrariarse por las diferencias de opinión.
Un dirigente democrático no necesita estar a la cabeza del grupo siempre.
Puede apartarse del mismo sin que este se desmembre. Es lo
suficientemente perspicaz como para formar ejecutivos dentro del grupo que
dirige, de modo que si tiene que alejarse el conjunto no se desmembrará.