viernes, 30 de septiembre de 2011

DUNIA VELASQUEZ GRUPO # 2 TEMA 5




2. Dimensiones de la calidad total de la educación:
La calidad educativa, se refiere a los efectos positivamente valorados por la sociedad respecto del proceso de formación que llevan a cabo las personas en su cultura. Se considera generalmente cinco dimensiones de la calidad:
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filosofía (relevancia)
·
pedagogía (eficacia)
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cultura (pertinencia)
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sociedad (equidad)
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economía (eficacia)
Si bien existen distintos elementos, factores, variables y dimensiones que pueden utilizarse en la identificación de la calidad educativa, no pueden omitirse entre ellos a : el clima escolar; la respuesta de la escuela a las demandas comunitarias y sociales; el estimulo a la actividad del alumno ; la participación democrática de todos los actores, la cualificación y formación docente; los recursos educativos ; la función directiva; la innovación educativa; el grado de compromiso de los distintos actores con la cultura institucional; la colaboración y coparticipación en la planificación y toma de decisiones, y obviamente el trabajo en equipo como algunos de los elementos que nos permitirán identificar lo que usualmente se denomina calidad educativa.
Por tanto, para poder hablar con propiedad sobre la evaluación de la calidad de la educación se exige: reconocer la multidimensionalidad del concepto calidad y alcanzar la necesaria integralidad y globalidad en el análisis. La eficacia, la eficiencia, la pertinencia o relevancia y la satisfacción constituyen dimensiones subyacentes al concepto de calidad y es ilógico que en el proceso de evaluar la calidad de una institución o sistema educativo se obvie alguna de ellas.
Si bien el concepto de calidad empleado en educación proviene del modelo de calidad del producto, este es un concepto pleno de potencialidades. La primera de ellas se refiere precisamente a su carácter totalizante y multidimensional que permite aplicarlo a cualquiera de los elementos que constituyen el campo de la educación como es el caso del aprendizaje.


Además es un juicio formulado por sujetos que se sustenta en ciertos criterios y está social e históricamente determinado pues se refiere a situaciones concretas y a demandas sociales, y por tanto, es de dominio público; esta es la razón por la que está ligado al tema de la equidad. El concepto calidad se erige como imagen de la transformación educativa y eje rector en la toma de decisiones.
. La calidad, por tanto, admite matices diversos: alta, media o baja calidad, por ejemplo. La cuestión básica radica en determinar cuáles son las características más adecuadas para realizar tal comparación.
Son varias las condiciones necesarias para determinar la calidad de la educación. En primer lugar habría que señalar la exigencia de integralidad y globalidad en la acción evaluadora: si la aspiración de una evaluación es la calidad está no puede limitarse a alguno de sus aspectos o dimensiones, por tanto, se debe asegurar que el objeto sometido a evaluación, el aprendizaje en nuestro caso, sea considerado de modo global; no obstante, esta condición no apela a la exhaustividad, en el sentido de abarcar todos los aspectos incluidos en el objeto evaluado, sino a prestar atención a aquellos que sean relevantes y significativos dentro del mismo. La segunda condición tiene que ver con la necesidad de encontrar un acuerdo expreso acerca de cómo entender y definir operativamente la calidad en el contexto de que se trate, esto implica que en la práctica haya que involucrarse en un proceso de negociación del sentido y significado del término, de sus factores facilitadores y sus indicadores.
Definir la calidad implica tener presente al menos seis aspectos básicos: su objeto, su unidad de análisis, sus componentes, sus dimensiones, sus indicadores y su medición. La filosofía de la calidad debe estar focalizada en el proceso que se evalúa, pues la calidad es un proceso interminable y los procesos son fundamentalmente relaciones. Dado que el sistema define las relaciones, alcanzar calidad supone la modificación de estas en sentido positivo. Por tanto, la comprensión de la calidad de cualquier proceso debe hacerse desde un enfoque sistémico.
Estos instrumentos son los que se denominan “indicadores” y constituyen las señales que posibilitan captar y representar aspectos de una realidad no directamente accesible al observador. La complejidad de la realidad que se evalúa obliga a determinar sistema de indicadores. La construcción de los mismos estará precedida por el establecimiento de ciertos criterios que configuran el sentido y significado que le otorgamos al término. Estos criterios tienen función indicativa y predictiva.
El análisis de tales aspectos y de la filosofía que sustenta el problema de la calidad en educación, puede llevarnos a consideraciones medulares acerca de la función que juega la escuela al respecto, de la capacidad de su personal pedagógico para asumir el rol de evaluador de la calidad de los aprendizajes (que no significa solamente evaluar el resultado sino monitorear el proceso), y sobre todo, atendiendo a los propósitos de este trabajo, de la disponibilidad de criterios e indicadores pertinentes para emitir juicios valorativos acertados.
Alcanzar verdaderos aprendizajes de calidad en la escuela requiere una transformación sustancial y efectiva de las instituciones escolares. La transformación, que no deberá confundirse nunca con simples reestructuraciones, tiene implicaciones de diferente naturaleza: sociológicas, psicológicas y pedagógicas.




Hola profesora este es mi aporte del grupo #2 tema 5 espero sus comentarios

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