1- En cuanto a la estructura organizacional, cuando falla el organigrama.
Los organigramas en los centros educativos generalmente dependen del tipo de centro educativo y son, al igual que los procedimientos, casi siempre rígidos, en donde muchas veces, la burocracia, entorpece los procesos y la toma de decisiones para la gestión.
La falta de delimitación de las funciones y el compromiso de las personas, por cumplirlas como corresponde hace que el liderazgo dentro de los centros educativos sea débil y en muchos casos, se limita solo a seguir las pautas establecidas por el Ministerio de Educación.
La falta de un sistema que relacione y permita el intercambio de ideas, experiencias y el trabajo en equipo es otro de los problemas que impide que se llegue mas allá en cuanto al cumplimiento de las metas.
Las unidades administrativas y los docentes, de los centros educativos oficiales, se han transformado en grupos que solo cumplen e incentivan pobremente la participación hacia el centro educativo en la mayoría de los casos.
Sin embargo, los centros educativos particulares, tienen mejores posibilidades y menos problemas de alcanzar el modelo de organización escolar o cumplir correctamente con las funciones del organigrama, porque cuentan con mayores recursos, autonomía y resulta mas fácil motivar a la participación por que el organigrama es bueno y las condiciones contractuales cubren las expectativas de las personas.
2- Cuando el Director no es titular del centro educativo
La administración educativa se considera como “el conjunto de órganos encargados de asegurar que se dé la enseñanza. La complejidad de estos órganos depende de la complejidad del ámbito en que actúen: sistema nacional de educación o sistema escuela” Soto, 1992.
Se requiere de una administración que sepa formular opciones responsables basadas en una información cierta, producto de la utilización de métodos y conceptos analíticos y críticos apropiados. Análisis que debe permitir con una garantía razonable de certeza, el conocimiento de lo que sucede en el interior del sistema y la apreciación de los resultados obtenidos tanto en él, como en su entorno. Requieren igualmente, la utilización de una organización adecuada que asegure un máximo de eficacia de los recursos disponibles.
En este sentido, podemos aportar que cuando existe un docente encargado de la dirección de un centro educativo, primeramente, este no posee generalmente la formación adecuada para administrar un centro educativo, sus recursos materiales, así como el recurso humano (los docentes) y todos los trámites burocráticos que se tienen que seguir con el Ministerio de Educaciòn, afectando en la mayoría de los casos, al correcto desarrollo de este y deteriorando la calidad del aprendizaje de los estudiantes.
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